El volante es una parte que almacena energía. Se carga a través de la rotación y proporciona par bajo demanda. Esto es muy importante para los motores que, de lo contrario, experimentarían fuertes vibraciones. Los motores son cada vez más pequeños y potentes, por lo que la construcción del volante necesitaba una actualización. Hoy en día, el volante de inercia bimasa se está convirtiendo gradualmente en estándar. Esto tiene una serie de ventajas y también provoca mayores costes.

Su construcción condena el motor de pistón a sacudidas y traqueteos. Comienza con una explosión que empuja un pistón. Este movimiento lineal es absorbido por una biela y el cigüeñal a través de dos articulaciones. El movimiento lineal se convierte entonces en un movimiento de rotación. Esta rotación finalmente se transmite al embrague y de allí a la caja de cambios.

Los motores monocilíndricos de cuatro tiempos no pueden funcionar sin un volante de inercia. Estos motores deben generar suficiente fuerza en una carrera del pistón para efectuar las siguientes tres carreras. Los motores radiales de varios cilindros, por otro lado, pueden prescindir de un volante.

En los últimos años, los motores de los automóviles se han vuelto mucho más potentes y ofrecen más potencia con menos cilindros. La generación de 100 CV con un motor de tres cilindros y apenas 1 litro de cilindrada ya es estándar. El problema son las vibraciones que esto provoca, lo que podría conducir a una resonancia destructiva. Esto puede causar daños graves al motor y al engranaje.

Antes del gran aumento de potencia, el volante integrado en el disco de embrague era suficiente para el buen funcionamiento del motor. Esto ya no es suficiente para los motores actuales. Estos requieren un volante que almacene la energía rotacional y también separe de manera confiable las vibraciones del motor de la caja de cambios. El volante bimasa fue desarrollado para este propósito.

El volante bimasa es un componente separado que ya no está integrado en el disco de embrague. Se cotiza y se vende por separado.

Reemplazo del volante

Reemplazar un volante bimasa es tan complicado como reemplazar un embrague. Ambos procedimientos son iguales. La vida útil del volante corresponde a aproximadamente 150 000 km. Cuando es necesario reemplazar el disco de embrague después de 120 000 km, se recomienda reemplazar el volante bimasa al mismo tiempo, lo que le ahorra mucho trabajo y da como resultado un embrague completamente funcional.

La desventaja del volante bimasa es su precio. Comienza en 250 EUR. Más realistas son los precios de 500 a 600 EUR por una pieza de repuesto duradera y de alta calidad.

Para un aficionado al bricolaje, es mejor ahorrar tiempo que ahorrar material: cuando hay que desmontar el volante, tiene sentido sustituir el embrague. Es importante reemplazar el embrague como un juego completo. También se deben renovar todas las piezas asociadas, como las juntas y los cojinetes. Esto garantiza un embrague completamente fiable para los próximos 120 000 km.

Para sustituir el volante bimasa es necesario desmontar la caja de cambios. Esto sólo puede ocurrir por debajo.